Me he desplazo hasta el municipio madrileño de Móstoles para charlar con Enrique, frutero de profesión desde los veinte años, que nos va a dar su particular visión de trabajador autónomo.
Puntualmente estaba a las 21:00 en la puerta de su establecimiento con el cierre a medio echar, Marisa su mujer se está encargando de dejarlo todo a punto, para que al día siguiente » Limón y Naranja» abra sus puertas como viene haciendo desde hace diez años.
Nos sentamos en una terracita cercana a su comercio, la noche invita a ello.
– Hola Enrique, cuéntanos un poco.¿ Cómo empezaste en la fruta?
-Bueno, de eso ya hace mucho tiempo. Conocí el oficio por azar de la vida. Tenía veinte años y acababa de volver de la mili, estaba sin trabajo y por mediación de un vecino amigo de la familia entré a trabajar en una frutería de barrio.
– Y ya te quedaste…
-Sí, ya me quedé con la fruta. Estuve trabajando en varios sitios, aprendí el negocio y me metí en mi propia frutería con mi mujer.
– A eso vamos Enrique, decides montar » Limón y Naranja». Cuéntanos como vives la andadura de pasar a ser autónomo, dejar de trabajar para otros y «lanzarte a la piscina».
-Pues no lo pensé mucho, la verdad. Tenía unos ahorros y en la última tienda para la que trabajé no me fueron bien las cosas. Y hablándolo con Marisa nos lanzamos.
Al principio nos daba miedo porque nos teníamos que enfrentar a muchas cosas nuevas, pero poco a poco empezamos a ver que era posible y le pusimos muchas ganas e ilusión.
– Imagino que en diez años habéis pasado por momentos de todo tipo, de hecho ha habido una fuerte crisis económica. ¿ Habéis pensado alguna vez en echar el cierre de forma definitiva?
-Hace cuatro años tuvimos una mala racha que nos hizo plantearnos » chapar», pero a base de seguir luchando y reinventándonos pudimos manternos a flote.
– ¿ Qué pasó Enrique?
– Pues fundamentalmente que no se vendía lo que había que vender para pagar y vivir. Son muchos los gastos a los que hay que hacer frente de mercadería, alquiler del local, luz, seguros sociales, módulos…a parte de tus gastos personales. Fueron un par de años muy duros, y gracias a que tenemos una clientela fija que nos conocen, pusimos muchas ofertas, rifas..y pudimos aguantar.
– Menos mal Enrique, no todo el mundo ha corrido la misma suerte. ¿ Qué es para vosotros el » Limón y Naranja»?
-Pues otro hijo más, jajaja.Lo hemos levantado de la nada y lo estamos criando. No sólo es un medio de vida, es un sueño donde pasamos muchas horas al día, pero no pesa porque es tuyo y porque nos gusta lo que hacemos.
– Qué bueno eso de hacer lo que te gusta. Una pregunta Enrique, ¿contáis con asesoramiento para que os lleve todo el papeleo?
-Por supuesto, ahora estamos con mipapeleo.com. Nosotros sabemos de fruta, y con ellos tenemos total tranquilidad. Y el tiempo de descanso es » sagrao». No me veo con el ordenador jaja.
– Enrique, » Limón y Naranja» es agridulce. ¿Ser emprendedor también tiene un sabor agridulce?
-Pues sí, la verdad. Ni todo es malo y tampoco todo es bueno, pero merece la pena si te gusta lo que haces.
– ¿ Qué le dirías a aquellos dudosos que quieren llevar su propio negocio o medio de vida?
– Yo animo a todo el que tenga una idea que la haga realidad. Al principio es todo muy complejo pero te da mucha satisfacción; eso sí que se procuren una buena gestoría.
– Bueno Enrique, muchas gracias por atendernos, sabemos que tu tiempo es oro.
» Desde aquí agradecemos a todos los Enriques, Lolas, Martas, Pedros…porque un día tuvieron el valor de apostar por un sueño para dar un servicio a todos nosotros, gracias
– Hola Enrique, cuéntanos un poco.¿ Cómo empezaste en la fruta?
-Bueno, de eso ya hace mucho tiempo. Conocí el oficio por azar de la vida. Tenía veinte años y acababa de volver de la mili, estaba sin trabajo y por mediación de un vecino amigo de la familia entré a trabajar en una frutería de barrio.
– Y ya te quedaste…
-Sí, ya me quedé con la fruta. Estuve trabajando en varios sitios, aprendí el negocio y me metí en mi propia frutería con mi mujer.
– A eso vamos Enrique, decides montar » Limón y Naranja». Cuéntanos como vives la andadura de pasar a ser autónomo, dejar de trabajar para otros y «lanzarte a la piscina».
-Pues no lo pensé mucho, la verdad. Tenía unos ahorros y en la última tienda para la que trabajé no me fueron bien las cosas. Y hablándolo con Marisa nos lanzamos.
Al principio nos daba miedo porque nos teníamos que enfrentar a muchas cosas nuevas, pero poco a poco empezamos a ver que era posible y le pusimos muchas ganas e ilusión.
– Imagino que en diez años habéis pasado por momentos de todo tipo, de hecho ha habido una fuerte crisis económica. ¿ Habéis pensado alguna vez en echar el cierre de forma definitiva?
-Hace cuatro años tuvimos una mala racha que nos hizo plantearnos » chapar», pero a base de seguir luchando y reinventándonos pudimos manternos a flote.
– ¿ Qué pasó Enrique?
– Pues fundamentalmente que no se vendía lo que había que vender para pagar y vivir. Son muchos los gastos a los que hay que hacer frente de mercadería, alquiler del local, luz, seguros sociales, módulos…a parte de tus gastos personales. Fueron un par de años muy duros, y gracias a que tenemos una clientela fija que nos conocen, pusimos muchas ofertas, rifas..y pudimos aguantar.
– Menos mal Enrique, no todo el mundo ha corrido la misma suerte. ¿ Qué es para vosotros el » Limón y Naranja»?
-Pues otro hijo más, jajaja.Lo hemos levantado de la nada y lo estamos criando. No sólo es un medio de vida, es un sueño donde pasamos muchas horas al día, pero no pesa porque es tuyo y porque nos gusta lo que hacemos.
– Qué bueno eso de hacer lo que te gusta. Una pregunta Enrique, ¿contáis con asesoramiento para que os lleve todo el papeleo?
-Por supuesto, ahora estamos con mipapeleo.com. Nosotros sabemos de fruta, y con ellos tenemos total tranquilidad. Y el tiempo de descanso es » sagrao». No me veo con el ordenador jaja.
– Enrique, » Limón y Naranja» es agridulce. ¿Ser emprendedor también tiene un sabor agridulce?
-Pues sí, la verdad. Ni todo es malo y tampoco todo es bueno, pero merece la pena si te gusta lo que haces.
– ¿ Qué le dirías a aquellos dudosos que quieren llevar su propio negocio o medio de vida?
– Yo animo a todo el que tenga una idea que la haga realidad. Al principio es todo muy complejo pero te da mucha satisfacción; eso sí que se procuren una buena gestoría.
– Bueno Enrique, muchas gracias por atendernos, sabemos que tu tiempo es oro.
» Desde aquí agradecemos a todos los Enriques, Lolas, Martas, Pedros…porque un día tuvieron el valor de apostar por un sueño para dar un servicio a todos nosotros, gracias
Compártelo:
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
Leave a Reply